Cuando recibí la invitación de Daniel para escribir sobre Vístame en tu laberinto, temblé de emoción. Daniel hace un juego en su primera novela, a veces documental y a veces policíaco negro. El narrador recibe el encargo de biografiar la vida de su amigo Caetano a partir de sus diarios. Hay un estrato añadido, Caetano está muerto, pero eso no es ningún destripe. En las primeras páginas nos guía el narrador Daniel, no el autor Daniel, sino el investigador-narrador-personaje Daniel, que nos pondrá ante un muerto que habla, al estilo Machado de Assis. Sin embargo, la novela no trata de eso, sino también de la vida de Caetano, de su sexualidad y de sus diarios. La novela gana otro estrato cuando, en Off, Daniel, el autor de la novela (ahora nuestro Daniel), me cuenta que Caetano era un gran amigo suyo, pero sí dejó diarios para nuestro Daniel es un misterio. Como en las mejores historias homoeróticas, Vístame en tu laberinto explora las vivencias y aventuras sexuales de un personaje homosexual/bisexual que construye afectos y vive en el Brasil represivo de final del siglo XX y más optimista a principios del siglo XXI.
Raul K. Souza
Avaliações
Não há avaliações ainda.