Cómo no aprender a nadar

En su primer libro, Estranhas criaturas noturnas, Jozias Benedicto demostraba ser un sagaz conocedor de las profundidades del alma humana. En este segundo volumen de cuentos, añade su habilidad como cartógrafo de los accidentes y corrientes que rigen las sociedades humanas. La recurrente metáfora de la pileta sirve en este libro como espejo de vidas analizadas con una mirada a la vez narrativa y de inusitada altura poética, que combina deseos, miedos y una mirada oblicua – como de bisturí – sobre la historia y las modas del arte y las costumbres sociales.
La escritura de Jozias Benedicto revela la profundidad de un sociólogo, la inteligencia libre de un filósofo autodidacta y una calidad de lenguaje que sólo aparece una o dos veces por generación. Es imposible no admirar cada página de este libro. Tal vez Jozias Benedicto no enseñe a nadar en él, pero enseña a mirar, lo cual, en última instancia, es enseñar a vivir con una mayor conciencia de nuestro ser – y estar – en el mundo.

Martín López-Vega