En la cúpula de la flor

En la cúpula de la flor hay un poema que coquetea con la prosa y con el dibujo donde la ocupación de la hoja, espacios, palabras, tipos de fuentes, musicalidad y lenguaje amplían la lectura hacia otras posibilidades de sentir. En él habitan algunas sutilezas de la poesía concreta, pero también de su antítesis presente en la poesía-praxis. Jugando con los ritmos y silencios, el poema está lejos de la ligereza que el lenguaje permite porque su contenido, que transgrede la forma, trae la potencia de la vida de una mujer atravesada por el sentir, por la escritura, por la muerte, por la maternidad, por la violación, pero sobre todo, por su determinación de existir.